Siempre tuve un gran respeto por los profesores de historia.
No es que piense que se las saben todas, pero creo que vale especialmente la pena escucharlos. La razón de esto es muy simple. Cuando uno sabe las cosas que pasaron en el pasado se entiende muchísimo mejor el presente.
De este modo, sabiendo que los guaraníes que antes habitaron Uruguay tomaban mate, puedo entender un poco mejor porque es que me estoy tomando un matecito en este momento.
¿Y por qué les cuento esto? Resulta que hoy estoy inaugurando un blog. En la asignatura Tendencias del Diseño Contemporáneo de la carrera Diseño Industria en la Universidad ORT de Montevideo, el profesor Fabián Barros nos planteó dicho desafió, con el objetivo de desarrollar nuestra opinión crítica respecto a una tendencia de diseño como tema eje. Este año el eje será la sustentabilidad.
Comencemos por definirla:
“El desarrollo sustentable hace referencia a la capacidad que haya desarrollado el sistema humano para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras.”
¿Es hoy en día el sistema humano sustentable? Yo estaba convencido que no, veía imposible que el sistema humano moderno consumista (basado en energía fósil contaminante y no renovable) pudiese ser infinito en un planeta con recursos limitados.
Siempre tuve esa conciencia ecológica y me gusta mucho leer del tema, pero cuando empece a escribir me di cuenta que no sabía si mis argumentos ecológicos tenían el suficiente sustento, eran más bien sospechas: ¿Sería verdad que el estilo de vida moderno está cambiando el clima de la tierra y puede traer consigo extinciones masivas? ¿Sería cierto que la agricultura moderna está destrozando la tierra que sostiene la vida de todos los seres vivos?
Para buscar mejores respuestas decidí entonces acudir a estos tipos que saben mucho del pasado por lo que deben entender mejor lo que está pasando, los profesores de historia. No los profesores que tuve en la facultad ni en el colegio, si vamos a hacerla vamos a hacerla bien. Acudí ni más ni menos que a los profesores de los profesores de historia. A los tipos que escriben los libros que los profesores de historia leen.
Acá van algunas de las cosas que encontré:
"Los miedos de hoy son al cambio climático y a que se desmorone el capitalismo"
Ian Kershaw, profesor de historia en la Universidad de Sheffield
"La principal característica del siglo XX es la terrible multiplicación de la población mundial. Es una catástrofe, un desastre, y no sabemos como atajarla"
Ernst Gombrich, fue profesor de historia de la Universidad de Londres y la Universidad de Viena.
"La transición a un rápido periodo de calentamiento global después de 1988 se destaca muy claramente. Se hace evidente para todos el carácter excepcional de los últimos 30 años. Esperamos que la gente empiece a considerar de manera realista la situación climática en que se encuentra el planeta en la actualidad"
Christian Phister, profesor de historia en la Universidad de Bern
Cuanto más leía e investigaba más me convencía de que mis sospechas ecológicas eran en verdad ciertas. John L. Brook, profesor de historia de la Universidad de Ohio, me terminó de convencer y hasta logró asustarme:
"Las pruebas se amontonan: extinción de flora y fauna, micropartículas de plástico y aluminio en sedimentos oceánicos, depósitos masivos de nitrógeno y fósforo de uso agrícola que alteran los ciclos químicos básicos, los indicios radiactivos de las detonaciones de bombas nucleares desde 1945 hasta el final de las pruebas atómicas de superficie en los años sesenta y, por supuesto, el dióxido de carbono. Cuando yo era niño, en los años cincuenta, el CO2 en la atmósfera se medía en 315 partes por millón (ppm), superando las 280 ppm, la media aproximada a lo largo de los últimos 5.000 años. En el invierno de 2013 a 2014 llegó a las 400 ppm y ha ido creciendo desde entonces."
Su nota en El País de Madrid no tiene desperdicio: https://elpais.com/elpais/2016/06/09/ciencia/1465486428_297356.html
Los profesores de los profesores me había convencido con sus argumentos, ¡valía la pena escucharlos! Este sistema humano actual no es para nada sustentable y no puede durar para siempre. Somos más de 7.350 millones de personas que si no cambiamos rápidamente nuestros hábitos nos dirigimos a grandes catástrofes.
Y así nace esta Lupa Verde hecha para buscar la sustentabilidad. Sirve para analizar personas, diseños y proyectos y también para buscar cualquier tipo de material que nos acerque a un camino sustentable. Uno que pueda ser permanente en el tiempo, respetando el derecho a vivir de las siguientes generaciones.
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